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Para Que Sirve La Pastilla De Ajo?

Para Que Sirve La Pastilla De Ajo
Las pastillas de Ajo son uno de los suplementos de elección para el apoyo de la salud cardiovascular y los niveles saludables de colesterol.

¿Qué beneficios tiene tomar cápsulas de ajo?

Propiedades de las cápsulas de ajo – Estas son las principales propiedades de las cápsulas de ajo, las cuales otorgan a este alimento grandes beneficios para nuestra salud.

Hipolipemiante: disminuye el nivel de colesterol LDL en sangre y en consecuencia sirve como protector cardíaco. Hipotensivo: evita la tensión arterial alta. Vasodilatador periférico: reduce los agentes vasopresores, lo que permite una vasodilatación y contribuye a bajar la tensión. Antiagregante plaquetario: evitando así la formación de coágulos. Estimulante de defensas: el ajo aumenta la acción de los linfocitos y macrófagos estimulando a su vez la respuesta inmunológica y ayudando a tu organismo a resistir infecciones. Hipoglucemiante: evita los niveles altos de glucosa en sangre. Antibiótico y antiséptico: sirve de antibiótico frente a distintos organismos, especialmente los causantes de los resfriados. Tonificante y depurativo: favorece los procesos de excreción en cuanto a las sustancias de deshecho del cuerpo.

¿Cuántas pastillas de ajo te puedes tomar al día?

Descripción del producto – Como ningún otro planta, el ajo contiene una gran cantidad de ingredientes saludables en un único producto. El Ajo (Alliu sativum) contiene más de 75 sustancias que en su conjunto tienen numerosos beneficios sobre la salud. A través de un proceso suave de secado y pulverización se obtiene los ingredientes saludables del ajo de una forma muy concentrada.

¿Qué es mejor tomar ajo natural o en cápsulas?

La mejor forma de consumirlo y obtener los excelentes beneficios es consumir extracto de ajo en capsulas.

¿Qué pasa si tomo cápsulas de ajo todos los días?

4. Fortalecer el sistema inmune – Las cápsulas de ajo crean un efecto inmunomodulador en el organismo que hacen con que haya un aumento en las células de defensa, las cuales ayudan a luchar contra diversas infecciones bacterianas, virales y fúngicas. La principal responsable por este efecto es la alicina, la cual inhibe el crecimiento y la multiplicación de estos microorganismos.

¿Qué pasa si tomo ajo por 7 días?

De acuerdo con el portal Salud 180, el ajo y la miel pueden combatir varios problemas en la salud, por el efecto anticancerígeno del ajo y antibiótico de la miel. Estos alimentos pueden ayudar a prevenir enfermedades respiratorias y a mejorar la circulación de la sangre.

¿Cuánto tiempo se toma el ajo?

¿Es malo comer ajo crudo todos los días? – Descubre si es verdad o mito y cuáles son sus propiedades Es mucho lo que se dice sobre los beneficios de comer ajo, ¿pero qué tanto de ello es cierto? Es verdad que el ajo tiene un contenido nutricional muy interesante, pero también es necesario desmentir muchos de los mitos que, poco a poco, se han ido estableciendo sobre este alimento.

Por ejemplo, una de las formas más recomendadas de comer ajo es consumirlo crudo en la mañana y en ayunas. Se dice que hacerlo ayuda a controlar la presión arterial y que previene enfermedades del corazón y el cáncer. No obstante, hay quienes afirman que, en realidad, puede ser contraproducente comerlo todos los días.

Por ello, esta vez en unCOMO, vamos a despejar todas las dudas que existen sobre el consumo del ajo y a responder de una vez por todas la cuestión de si es malo comer ajo crudo todos los días, También te puede interesar: Comer ajo crudo todos los días no es malo siempre y cuando regules su consumo.

Ingerir unos 3 dientes de ajo al día puede proporcionarte beneficios, pero si abusas de su consumo también será perjudicial. Más de 4 ajos al día se considera excesivo y, como cualquier alimento catalogado como ‘sano’, el ajo es saludable controlando las cantidades que se ingieren. Por su capacidad de producir alicina, una sustancia antibacteriana y antioxidante, el ajo puede traer muy buenos beneficios al cuerpo.

No obstante, mucho de ellos pueden perderse cuando lo cocinamos a una temperatura mayor de 45 ºC. Es por esa razón que muchas personas deciden incorporar el ajo crudo a su dieta. Estos son algunos de los beneficios de comer ajo crudo :

Ayuda a combatir la inflamación.Refuerza el sistema inmunitario para erradicar virus y bacterias.Tiene propiedades útiles para personas que padecen hipertensión y niveles altos de colesterol.Es ideal para combatir resfriados por contar con componentes desinfectantes.Reduce el nivel de glucosa en sangre.Ayuda a retrasar el desarrollo de enfermedades neuronales como el Alzheimer y la demencia.

Como se ha explicado anteriormente, consumir ajo a diario no es perjudicial si se controlan las cantidades ingeridas. Lo mismo sucede si comes ajo crudo en ayunas. Sin embargo, hay excepciones en las que puede ser contraproducente. Las personas que sufren de trastornos o dolores estomacales deben regular el consumo de ajo, mientras que las personas que padecen de trastornos sanguíneos deben consultar al médico antes de incorporar grandes cantidades de ajo a su dieta.

De más está mencionar que las personas alérgicas al ajo no deben consumirlo. Por otro lado, los pacientes que siguen tratamientos contra el VIH deben tener mucho cuidado con el ajo, pues resta el efecto de los medicamentos dedicados a combatir esta enfermedad. Si no es malo consumir ajo en ayunas, ¿al menos es realmente beneficioso? La verdad es que los beneficios de comer ajo crudo en ayunas son un mito : en la práctica, sus propiedades tendrán efecto en cualquier momento del día.

Muchas personas consumen ajo crudo como remedio casero para mejorar la tensión arterial, Es de suma importancia entender que el ajo no es un sustituto de los medicamentos para controlar la presión alta. Solo el consumo de ajo en grandes cantidades puede aportar una ligera mejoría, pero no supone de ninguna forma un tratamiento efectivo contra la hipertensión arterial.

Si quieres comenzar a consumir ajo crudo, existen formas más y menos efectivas de hacerlo. Por ejemplo, si te tragas un diente de ajo entero, los beneficios se reducen. La mejor forma de consumirlo es machacándolo o picándolo y dejándolo reposar unos minutos antes de ingerirlo. La razón detrás de esto se explica en su potencial para producir la sustancia que mencionamos anteriormente: la alicina.

La alicina no se encuentra en el ajo en su forma pura, sino que es el resultado de una reacción química que se produce cuando picamos el ajo y su interior entra en contacto con la cubierta del gajo. Para saber fácilmente, haz clic al enlace y visita nuestro artículo.

Una vez que tengas el ajo listo para ingerir, puedes mezclarlo con aceite de oliva o coco para contrarrestar su fuerte sabor. Y, si no soportas el sabor del ajo solo, puedes cocinarlo a fuego bajo y disfrutarlo con tus comidas para que sus propiedades no se pierdan por completo. Ten en cuenta que el consumo de ajo crudo puede producir molestias estomacales en ciertas personas.

Si este es tu caso, cambia el ajo por otros alimentos ricos en antioxidantes que te brinden muchos de los mismos beneficios que te aporta el ajo. El ajo tiene muchas ventajas, pero no es imprescindible: puede sustituirse sin temor a que la salud se resienta. En el ámbito puramente nutricional, el ajo aporta cuenta con muchos nutrientes y minerales que nos ayudan a mantener la salud de los órganos y sistemas del cuerpo. Estas son algunas de las propiedades del ajo:

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Es un excelente regenerador muscular gracias a su contenido en potasio.Cuida la salud del sistema nervioso y mejora la memoria gracias a su riqueza en fósforo.Contribuye al fortalecimiento de los huesos y a la prevención de enfermedades óseas, pues es una buena fuente de calcio.Su contenido en magnesio facilita el descanso y mejora el sueño.Mejora las funciones del sistema inmunitario gracias a su aporte de vitamina C.

El ajo pierde alrededor del 90 % de su valor nutricional cuando se cocina a altas temperaturas. Puedes reducir la pérdida cocinándolo a muy baja temperatura o consumiéndolo crudo. En nuestro artículo, te contamos más métodos para aprovechar los beneficios de este bulbo sin sufrir demasiado por su fuerte sabor.

¿Qué hace el ajo en las arterias?

Varios estudios médicos revelan que el consumir ajo crudo puede ayudar a disminuir los efectos de la aterosclerosis, o sea el endurecimiento de las arterias. Esto es debido a que el ajo puede hacer que las arterias se estrechen y se mantengan flexibles, proceso que se va perdiendo con el envejecimiento.

¿Qué efecto tiene el ajo en el corazón?

El ajo ha demostrado beneficios para la salud cardiaca, ya que ayuda a mantener el corazón sano, a reducir los niveles de colesterol y por lo tanto a bajar ligeramente la presión alta.

¿Qué contraindicaciones tiene el ajo?

El ajo | Offarm El ajo se ha utilizado desde la antigüedad tanto por sus aplicaciones culinarias como por sus múltiples propiedades medicinales. Actualmente, de acuerdo con numerosos ensayos clínicos, se puede considerar que el ajo puede ser un fármaco eficaz en la prevención y tratamiento de la aterosclerosis debido a su efecto positivo en la normalización de los valores de lípidos, la reducción moderada de la presión arterial y su actividad fibrinolítica y antiagregante plaquetaria.

El ajo ( Allium sativum L.) es una especie que pertenece a la familia Liliaceae (comprende alrededor de 600 especies), originaria de Asia central. Desde tiempos inmemoriales se utilizan los bulbos, tanto para su uso culinario como por sus propiedades terapéuticas. Fue conocida por las culturas mediterráneas y en la Edad Media lo utilizaron para combatir la peste.

Más tarde se conoció en el continente americano y en la actualidad se cultivan diversas variedades de ajo en numerosos países del mundo como España, Italia, Egipto, Argentina, Méjico, Estados Unidos (California), China, India, etc. Composición química El ajo está constituido por el bulbo subterráneo, conocido vulgarmente como cabeza de ajo.

  1. Éste, a su vez, está constituido por un número variable de bulbillos (los dientes), que están insertados sobre un eje aplastado.
  2. El ajo contiene numerosos componentes activos, de entre los que destacan sus compuestos azufrados.
  3. Si el bulbo está intacto y fresco, el componente mayoritario identificado es la aliína o sulfóxido de S-alil-cisteína (aminoácido azufrado).

La aliína es una sustancia inodora e inestable, pero, además de ésta, en el bulbo intacto se encuentran otros compuestos azufrados solubles en medio acuoso, como son los sulfóxidos S-metil-L-cisteína y S-propenil-S-cisteína, S-glutatión, g-glutamil-S-alil cisteína, y g-glutamil-S-alil-mercapto-L-cisteína.

Cuando los bulbos de ajo se almacenan a baja temperatura, la aliína se mantiene inalterable, mientras que cuando el ajo es machacado o triturado, la aliína se transforma en alicina y otros compuestos azufrados (tiosulfinatos), por la acción de la enzima aliinasa. Estos últimos son muy inestables y se transforman con extrema rapidez en otros compuestos organosulfurados: sulfuro de dialilo, disulfuro de dialilo (mayoritario en la esencia de ajo), trisulfuro de dialilo y ajoenos, todos ellos solubles en medio oleoso.

Se considera que 1 mg de aliína equivale a 0,45 mg de alicina. Las preparaciones comerciales de ajo normalmente se estandarizan según el contenido de los compuestos azufrados, particularmente de aliína, o del rendimiento de alicina. Además, en el bulbo de ajo se encuentran sales minerales (selenio), azúcares, lípidos, aminoácidos esenciales, saponósidos, terpenos, vitaminas, enzimas, flavonoides y otros compuestos fenólicos.

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También se considera que contiene aceite esencial (debido a la formación de los compuestos azufrados volátiles), aunque éste no se encuentra preformado en el fármaco. Propiedades farmacológicas En los últimos 30 años se han realizado numerosos estudios, tanto in vitro como in vivo, sobre la química y las propiedades farmacológicas del ajo.

De esta manera, actualmente están documentadas muchas de sus propiedades, entre las que destacan su acción antioxidante, hipolipemiante, antiaterogénica, antitrombótica, hipotensora, antimicrobiana, antifúngica, anticarcinogénica, antitumorogénica e inmunomoduladora.

  • Todas estas propiedades farmacológicas se atribuyen principalmente a sus componentes azufrados.
  • Actividad antioxidante En numerosas investigaciones realizadas in vitro e in vivo (en animales) se ha demostrado que el ajo fresco y muchos de sus preparados poseen efecto antioxidante.
  • Se ha visto que son eficaces para inhibir la formación de radicales libres, refuerzan el mecanismo de captación de radicales endógenos, aumentan las enzimas antioxidantes celulares (p.

ej., la superóxido dismutasa, catalasa y glutatión peroxidasa), protegen las lipoproteínas de baja densidad de la oxidación por los radicales libres e inhiben la activación del factor nuclear Kappa B (factor de transcripción inducido por oxidantes).

  • Parece ser que aunque prácticamente todos los componentes del ajo poseen actividad antioxidante, los componentes con mayor capacidad podrían ser S-alil-cisteína y alicina, y también se sugiere que el efecto antioxidante es dependiente de la dosis y el tiempo.
  • Las propiedades antioxidantes del ajo y sus componentes son de gran interés en relación con sus efectos antiaterogénico, antihepatotóxico y anticancerígeno.
  • Actividad hipolipemiante y antiaterogénica

Actualmente está muy bien documentado que el ajo y sus componentes presentan un efecto positivo sobre la hipercolesterolemia, lo que disminuye los valores de colesterol total y de cLDL. Se supone que el efecto reductor del colesterol está relacionado con la dosis administrada.

  • Entre los mecanismos de acción propuestos, se incluye la inhibición de la biosíntesis del colesterol al inhibir la actividad de enzimas, como la hidroximetilglutaril-coenzima A reductasa (HMG-CoA) y la lanolesterol-14-dimetilasa.
  • El ajo y sus componentes también poseen efecto antiaterogénico y antiaterosclerótico.

Actividad antiagregante y fibrinolítica Se han comprobado también propiedades inhibitorias de la agregación plaquetaria del ajo, tanto in vitro como in vivo (en animales). Se supone que el ajo contiene más de un inhibidor de la agregación y de la liberación plaquetarias.

  1. Ciertos componentes del ajo afectan también a los procesos que preceden a la agregación plaquetaria, como la activación de los trombocitos.
  2. En diferentes ensayos clínicos se demuestra que el efecto antitrombótico (aunque poco potente) del ajo, puede tener una incidencia importante al potenciar la actividad antiagregante de otros fármacos y por ello ser causa de interacciones medicamentosas y originar efectos adversos.
  3. Actividad antihipertensiva

Se han publicado diversos ensayos clínicos que demuestran el efecto hipotensor del ajo, generalmente utilizado en dosis de 600-900 mg/día. Las reducciones en la presión arterial son moderadas. Este efecto antihipertensivo probablemente se debe a su efecto vasodilatador.

  1. Además, en cultivos de células endoteliales se ha comprobado que un extracto acuoso de ajo fresco inhibe de manera eficaz la actividad de la adenosina desaminasa (ADA), lo que puede contribuir a la actividad antihipertensiva y a los efectos vasoprotectores del ajo.
  2. Actividad antimicrobiana y antifúngica Se ha demostrado, in vitro, que la alicina es activa contra bacterias grampositivas y gramnegativas, aunque en esta acción parece que también contribuyen los ajoenos y el trisulfuro de dialilo.

El ajo es, además, antifúngico, ya que ha demostrado su actividad frente a Candida y otros hongos, con una eficacia similar al clotrimazol en la eliminación de los síntomas clínicos de la candidiasis oral. Actividad anticarcinogénica y antitumorogénica Estudios epidemiológicos y ensayos realizados en animales han demostrado que el consumo de ajo ejerce un efecto protector que reduce la incidencia de determinados tipos de cánceres, como el gástrico, colorrectal, de mama, cervical, etc.

El efecto anticancerogénico parece deberse a diversos mecanismos, como ser captador de radicales libres, incrementar los valores de glutatión, incrementar o modular la actividad de enzimas como glutatión-S-transferasa, catalasa, mecanismos de reparación de ADN, prevención del daño cromosómico, etc. Actividad inmunomoduladora Estudios in vitro e in vivo han demostrado que el ajo tiene varios efectos que aumentan la inmunidad, como la estimulación de la proliferación de linfocitos y la fagocitosis de macrófagos, así como la estimulación de la liberación del interferón gamma.

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También se ha demostrado que el ajo y sus componentes aumentan la actividad de las células asesinas naturales. Indicaciones El ajo tiene propiedades diaforéticas, expectorantes, antiespasmódicas, antisépticas, antimicrobianas, hipotensivas y antihelmínticas y es un promotor de la leucocitosis.

Tradicionalmente se ha utilizado en el tratamiento de bronquitis crónica, catarros, asma bronquial y gripe. También se ha utilizado para tratar la aerofagia, dispepsias, espasmos abdominales y amenorrea. Tópicamente se ha utilizado para el tratamiento de callos, verrugas, otitis, artritis, artralgias, neuralgias o ciática.

Sin embargo, el uso actual del ajo y de sus preparados se centra en su acción antihipertensiva, antiaterogénica, antitrombótica, antimicrobiana, fibrinolítica, preventiva del cáncer e hipolipemiante. Así, por ejemplo, la Comisión E alemana indica su empleo en hiperlipidemias, arteriosclerosis, hipertensión arterial y en la prevención de problemas vasculares relacionados con la edad.

En cuanto a las dosis recomendadas, a pesar de que la dosis eficaz todavía no ha sido bien determinada, en general se recomienda para un adulto una dosis de unos 4 g al día de ajo o 300 mg de ajo pulverizado encapsulado (valorado en 1,3% de aliína o 0,6% de alicina) dos o tres veces al día o 7,2 g de extracto de ajo envejecido al día.

Reacciones adversas Se considera que el ajo es una especie que carece de toxicidad. Sin embargo, el consumo de ajo puede producir efectos adversos, aunque los más frecuentes no son graves, ya que no conllevan riesgos para la salud, puesto que están relacionados con el desarrollo de mal aliento o mal olor corporal.

El consumo de ajo también puede producir, en algunos casos menos frecuentes y cuando el ajo se consume en dosis elevadas o en personas especialmente sensibles, dolor abdominal, sensación de saciedad, náuseas y flatulencia. También, mucho más raramente, podría producir síndrome de Ménière, infarto de miocardio, hematoma epidural o alteración en la coagulación.

Por otro lado, el poder alergénico del ajo está bien reconocido, ya que se han identificado alérgenos como el disulfuro de dialilo, el sulfuro de alilpropilo y la alicina (este último puede ser irritante). Se ha descrito la aparición de reacciones alérgicas tanto por la ingestión como por contacto; la más frecuente es la aparición de dermatitis por contacto.

  • El ajo fresco es muy irritante, especialmente en condiciones oclusivas, de manera que el contacto con la piel por un período superior a las 6-18 h se ha manifestado en ocasiones con quemaduras y necrosis cutánea.
  • Interacciones El ajo puede intensificar los efectos de los anticoagulantes, como la heparina o warfarina, y de los antiagregantes plaquetarios, lo que favorece la aparición de hemorragias.

También diversos informes han sugerido que los complementos dietéticos y preparados fitoterapéuticos de ajo pueden aumentar el riesgo de hemorragia en pacientes durante la cirugía, por lo que resulta prudente dejar de tomar dosis elevadas de estos productos unos 10 días antes de una intervención quirúrgica.

  • También se ha detectado interacción con saquinavir y posiblemente con otros inhibidores de proteasa, lo que puede disminuir los valores de saquinavir en sangre y, por consiguiente, reducir su efectividad.
  • Es importante tener este efecto en cuenta, ya que enfermos de sida ingieren, junto a los retrovirales, preparados de ajo para disminuir el colesterol, que normalmente aumenta como efecto secundario a esta medicación.

Esta interacción puede deberse al hecho de que el ajo y los inhibidores de proteasa se metabolizan a través de la misma vía, el sistema CYP450.

  • Contraindicaciones
  • Además de estar contraindicado el consumo de ajo en personas hipersensibles, en vista de las acciones terapéuticas del ajo, éste debe usarse con precaución en caso de trastornos de la coagulación debido a que puede favorecer la aparición de hemorragias.
  • En cuanto al embarazo y lactancia, al ajo se le atribuye actuar como abortivo y de afectar al ciclo menstrual, y también se ha descrito que presenta actividad uterínica.

Además, algunos estudios han demostrado que el consumo de ajo por parte de las madres lactantes altera el olor de su leche y la conducta de los lactantes. Esto puede deberse a que los sulfóxidos se excretan en cantidades significativas con la leche materna, lo que le confiere un sabor desagradable que puede afectar al niño.

  1. Ante esto y por la falta de informes experimentales o clínicos acerca de los efectos adversos durante el embarazo o la lactancia, en estos casos no deben ingerirse dosis de ajo que excedan a las cantidades que se utilizan en las comidas.
  2. Preparadosde ajoutilizados más frecuentemente en fitoterapia
  3. El ajo contiene numerosos componentes activos, de entre los que destacan sus compuestos azufrados, cuya presencia, su proporción o su ausencia en los distintos preparados dependen de manera decisiva del procesado. Los preparados relacionados en la tabla 1 son los utilizados más frecuentemente, pero es importante saber qué componentes aportan y cuáles no
  4. Estudios epidemiológicos y ensayos realizados en animales han demostrado que el consumo de ajo ejerce un efecto protector que reduce la incidencia de determinados tipos de cánceres
  5. Bibliografía general

Arteche A, Vanaclocha B, Güenechea JI. Fitoterapia.3.ª ed. Vademécum de prescripción. Plantas medicinales. Barcelona: Masson; 1998. Bruneton J. Elementos de fitoquímica y de farmacognosia. Zaragoza: Acribia; 2001. Catálogo de Plantas Medicinales. Madrid: Consejo General de COF; 2002.